Nº: 227 . 3ª época. Año VI
Objetos: Collar de obediencia Por: Francesc Almacelles
 
 
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Collar de obediencia

A mucha gente, sea de estrato social que sea, que encanta engalanarse. Y una de las piezas preferidas son los collares. De oro, plata… con piedras preciosas o semi,… largos, cortos estilo diadema… pequeños, gruesos… Todo un amplio abanico con el que los artistas pueden trabajar para conseguir sus mejores obras, desde los más humildes a los consagrados a nivel mundial, desde los auténticos artesanos hasta los negocios internacionales.

Este hecho no se escapa a los poderes oscuros y hallan en él una manera de poder controlar a una persona, convirtiéndola sin que lo sepa en un alma obediente de su amo.

A la hora de diseñar y fabricar un collar en concrete, con magia de cierto nivel, se puede imbuir a la piedra preciosa (o semipreciosa, no importa en demasía) que forma parte de su diseño, del poder de afectar a la iniciativa del sujeto, siendo esta dirigida por el "amo" que lo utiliza como una marioneta humana.

Debe de crearse asimismo un anillo que incorpore otra joya del mismo tipo que la del collar y que se ha imbuido al mismo tiempo, siendo este el emisor de la inducción de las conductas que se quiera que ejecute la víctima. El diseño del anillo no tiene porqué ser igual o similar al del collar, simplemente como se acaba de comentar las dos joyas son la parte importante.

Se puede pedir que realice cualquier acción, simple o compleja, menos que esta sea directamente posible causante de la muerte de la víctima. Se puede pedir que atropelle con el coche a otra persona y que a raíz de realizarlo pueda fallecer el sujeto sumiso pero es imposible intentar que se suicide o otra acción que evidentemente llevara a su muerte como por ejemplo ponerse delante de un camión.

Para poder activar la sumisión la persona que porte el anillo debe tener a la vista al sujeto que lleva el collar, pudiendo estar alejado pero que en la distancia es visible.

De la pericia del artesano en su fabricación podemos encontrar collares de diferentes categorías. A mejor calidad más debe de luchar la voluntad de la víctima para rechazar inconscientemente las órdenes, más alejado puede estar el amo, acciones más precisas y complejas se pueden enviar… Gente muy afín a la magia puede llegar a entrever como cierto hilo brillante parecido al de una telaraña que une la joya del anillo con la del collar.

Aunque por la noche uno se saque el collar para dormir plácidamente, al día siguiente casi como un irrefrenable impulso se lo volverá a colocar en el cuello. Solo la destrucción de una de las dos joyas puede romper la maligna conexión que las une.

Cuando la persona dominante quiere enviar órdenes debe realizar una TA de CON*3 si la calidad del trabajo es máxima, CON*2 si es normal o CON si es mínima. Si la pasa consigue "decirle" a la otra persona que quiere que haga.

La persona sumisa, antes de verse imbuido por las órdenes recibidas, tiene que hacer una TA de VOL*3, para una mínima calidad, VOL*2 si es normal o VOL si es muy buena. Si la pasa, no sin cierto dolor de cabeza y malestar general, podrá no obedecer. Pero si la falla no será dueño de sus actos y llevará a cabo con presteza lo que le han mandado.

 
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